Ser mujer es caminar por
un duro y largo camino de superación o quizás de fusión-unión (hombre y mujer = ser humano) de
lo que por nacer con unos genitales ya nos han definido en que podemos y
debemos ser y hacer.
Ser mujer no es ser igual
al varón, sí es, tener las mismas posibilidades, oportunidades, aspiraciones, sueldo,…
Debemos y tenemos que ser
iguales como seres humanos, con nuestra singularidades, haciéndonos visibles
ante una sociedad que nos invisibilidad por cánones, prejuicios, creencia,
ideas preconcebidas de cuál es el papel.
Nosotras somos más que es
papel, nos hemos salido tantas veces de ese papel y lo seguiremos haciendo, sin
tregua, sin descanso.
Todo esto es lo que nos
hace ser más fuertes, conscientes, sabias,… esto es lo que sirve de inspiración
a las futuras generaciones, a esa mujer maltratada, ha sea niña que sueña con ser
todo aquello que esta sociedad le dice que no, que ella no puede, ni debe ser…
Ser mujer significa darle
alas al mundo, inspirar un nuevo y asombroso mundo lleno de posibilidades, con alegría
y encanto para enamoramos de la vida, con nuestra entrega de paz, de alegría y
amor.
Para todo esto tenemos
que confiar en el ser humano:
en algunas mujeres que no
entienden, no ven lo bueno de nuestra lucha, de nuestra entrega, de los
sacrificios que nos supone abanderar unos principios de sosoridad, de asertividad,
de empatía, equidad,…
en algunos hombre que no
quieren perder sus privilegios, que nos ven como machorras, que les asusta lo
diferente, lo nuevo
Así elevaremos nuestro
nivel de consciencia del ser humanos al máximo de sus posibilidades creativas,
sin limitaciones de masculino, ni femenino, solo ser humanos con todos sus posibilidades
y potenciales para la creación de un nuevo mundo de seres con sabiduría y alegría
de vivir.
Coge mi mano y unámonos a
las otras manos sin mirar que color, que religión, que creencias, si es hombre
o mujer, que aspecto tiene, de que nacionalidad es, liberémonos, rebelémonos, despertemos de este letargo, despertemos la
inteligencia dormida, despertemos a la experiencia de una vida plena de deseos latentes
para la construcción de ese mundo que soñamos.
Texto original de: Mª Asun Contreras