Volar
La Paloma vino a traerme un
mensaje que tenía que VOLAR
Emakunde está
presentando por todo Euskadi el documental Volar, una cinta dirigida por Bertha
Gaztelumendi, en la que nueves mujeres de muy distintas clases y con un pasado
de violencia de genero relatan sus experiencias y su recorrido para salir y
superar dicha situación.
La puesta en escena son bellos paisajes de los alrededores
de un caserío, así como una muy cuidada y seleccionada música, que a pesar de
los duros testimonio transmite una sensación de serenidad.
Es un canto a la ESPERANZA.
Hay algunos elementos simbólicos: el número nueve que representa
las mujeres como un final, terminación, la vuelta a la tierra “Gea”, la hoguera
del final donde las mujeres quema la violencia vivida, las malas energías, … La
paloma limpieza espiritual, Espíritu Santo.
La violencia de género no es algo simple, toca muchos
aspectos tanto privados como públicos o sociales, lo que hace muy o más difícil
el abordaje.
Hay un montón de tipos de violencia de género, y algunos son
tan sutiles que no somos conscientes de ellos. Es más difícil sanar el maltrato
psicológico que físico.
Entre los aspectos privados, destacar que la visión de los
miembros (pareja) es muy diferente.
Los hombres
tienen que plantearse que ciertos comportamientos, que ciertas palabras, que
ciertas expresiones son violencia de género, ya que lo tienen muy
interiorizado, son unos privilegios que los tiene desde hace muchos siglos y
una parte de ellos a veces todos ni se los cuestionan.
La sociedad e incluso algunas de nosotras o quiza todas no
somos conscientes, las vemos como normales, las tenemos muy interiorizadas.
Las mujeres nuestra parte tenemos ciertas carencias o ilusiones que también nos las han
inculcado desde hace siglos, a saber:
El Mito del Amor Romántico, le quieres tanto, le necesitas
tanto...
La Dependencia tanto Emocional como en algunos casos también Económica.
La sumisión es otra cosa a revisar y cuestionarnos.Todo esto nos genera unos Sentimientos de Miedo, de Culpa,
de Vergüenza, y ayuda al maltratador a aislarnos y ser más dependientes de él.
Nos da vergüenza hablar con la familia, con las amigas. No nos sentimos apoyadas, estamos perdidas y asustadas.
La depresión es otra de las consecuencias de estas
situaciones e incluso se puede llegar a pensar en quitarte la vida.
Por si todo esto fuera poco se nos junta el mayor de
nuestros problemas las hijas e hijos por darle un padre lo sacrificamos todo,
hay veces que lo que más queríamos proteger a nuestras hijas e hijos, hasta que
caemos en la cuenta que es la mejor razón para dejar esa relación. Los hijos
también pueden maltratarte como el padre maltratador, puesto que copian los
roles, y las hijas repetir unas relaciones de maltrato. Las hijas e hijos que
han crecido en un ambiente de violencia de genero tiene más posibilidades de
repetir los rolles aprendidos.
Los aspectos
públicos, sociales, de justicia.
Como ya he comentado anteriormente nos aislamos, aparentamos
que todo va bien, callamos, sufrimos y lloramos en silencio, …
La justicia no nos cree por más pruebas que llevemos, ellos
no necesitan pruebas solo su palabra.
Para colmo ¿Por qué tenemos que trasladarnos nosotras?
La sociedad nos victimiza, y cuando hay una muerte, “si era
muy majo, parecía que estaban muy enamorados, llevaba a los niños al cole”, …
¿Que es lo que estos vecinos y amigos no se molestaron, o no
se percataron en ver? ¿Qué pasaba de puertas para adentro?
A los políticos no les interesa hablar de la desigualdad de género
ya que esto no vende en las elecciones.
Esto es un proceso largo y duro que cada mujer lo va
gestionando como puede, igual denuncia, pero luego quita la denuncia, … ya que
los sentimientos de miedo, de culpa, de vergüenza puede superarla en muchos y/o
en algunos momentos.
Nos ha costado mucho llegar a puestos de poder en las
instituciones, … y cuando nos encontramos con jueza, fiscalas, etc. Nos hacen
muy falco favor no están educadas en sororidad, les cuesta empatizar, prejuzgan… queremos, necesitamos aliadas.
Es duro denunciar a tu pareja cuando le quiere, está
enamorada y además es el padre de tus hijas e hijos. Esa persona no se muestra
violenta desde el primer día, además cuando estás ahí no lo ves.
Denunciar implica plantearse muchas cosas.
Nadie te puede ayudar ni sacarte de esa situación si tu no
quiere.
Tenemos una gran labro por delante, empezado por la
educación en casa y en las escuelas y los colegios desde las primeras edades.
Para educar a mis hijas e hijos tengo que estar empoderada y
que mis hijas y mis hijos vean que mi pareja me respeta y que no tengo una
dependencia emocional ni económicamente, que soy autosuficiente, y que tengo
una buena a Autoestima para saber quererme y valorarme. Estoy empoderada para saber
que tengo el poder de no comprar los bienes de consumo que no me desvaloricen, que no sean clichés, ni estereotipos, que los anuncios no sean degradantes….
Cada una de estas mujeres encontró su manera de dejar fluir
su ira, su rabia, su dolor, su frustración, … escribiendo, pintando, siendo muy
muy valientes y poniéndose delante de una cámara para dejar este testimonio con
la esperanza de que sirva de ayuda a otras mujeres que estén en situaciones
parecidas, para que no se sientan bichos raros, solas, aisladas, victimizadas,
…
Texto original de: Mª Asun Contreras
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