viernes, 8 de diciembre de 2017

Tracción

Que es Traición. 

Tracción es la falta que cométenos las personas cuando no cumplimos con la palabra, con el compromiso, ...
Traicionar es romper con un pacto hablado o escrito entre dos o más personas.
Traición es defrauda a la familia, a las amistades, a la pareja, a los grupos a los que se pertenecer, … y también cuando nos defraudamos a nosotras y nosotros mismos. Con la tracción no se respetar el vínculo, se vive como un elemento negativo ya que supone una pérdida de confianza.

La tracción quebranta los sentimientos de lealtad, fidelidad, compromiso, y atenta contra la confianza, la seguridad, el honor, el respeto, …
Provoca sentimientos de vacío, de soledad, de incertidumbre, de enojo, de rabia, de frustración, de desesperación, de desamparo, de culpa, de angustia, de tristeza, de dolor, y hace que nos queramos desquitar.

La característica común es el daño, el dolor, el sufrimiento que causa, las personas lo sufren a nivel psicológico, emocional, físico, económico, intelectual, laboral, por lo tanto, las implicaciones son muy variadas y diversas, y en algunos casos pueden estar implicadas varias.

La traición puede ser voluntaria o involuntaria, aunque las dos generan las mismas sensaciones, como un poso de profundo malestar en el corazón.
Esta es una sensación de pérdida, de ira mezclada con tristeza, y desazón que nos acompaña, posiblemente cada vez que lo recordamos, que lo vemos o nos hablan de tracciones parecidas.

La traición es un mazazo a nuestras expectativas, a nuestras creencias, a nuestras certezas, a nuestros valores, y a nuestra manera de vivir y de comprender la vida. 
Las personas tenemos expectativas de lo que nos deben ofrecer: nuestra madre, padre, hermanas, hermanos, familiares, pareja, hijas, hijos, amigas, amigos, la vida,

La traición es comprobar que han "violado" mi confianza, mi afecto, …

La tracción es un estigma que resulta difícil de superar, aunque no imposible, reparar el daño causado también es difícil pero no imposible, y ambas partes tiene que tener interés en reparar el daño y en perdonar y superar.



Para sana la herida:
Nos viene bien tomar un poco de perspectiva y tratar de evitar que la emoción tome las riendas de nuestras acciones.
La ira desatada destruye todo lo que pasa por su lado, incluso a nosotras y nosotros mismos.
Sanar lleva tiempo y no es un camino fácil.
Analizar en qué momento y en qué circunstancias se produjo la tracción, para tratar de comprender las decisiones y las acciones de esa persona.
Esto no significa que las justifiquemos, ni que estemos de acuerdo con sus acciones, solo nos ayuda a cuestionarnos nuestra postura, expectativas, creencias, ... y asumir la parte de responsabilidad que podamos tener en la circunstancia.
La reconciliación es una opción en ocasiones, aunque en otras no hay cabida para ella.
También ponemos en práctica nuestra capacidad de empatía, de ponernos en la piel de la otra persona.
Sería bueno preguntarse: ¿Queremos ser víctimas perenes de la alargada sombra de la traición o arriesgarnos a vivir sin resentimiento y en plenitud?
Si somos capaces de perdonar de corazón y con honestidad, el perdón se convierte en un regalo, cuando es un perdón activo no pasivo. Hay veces que igual hay que contemplar la posibilidad de que tengamos que perdonarnos a nosotras y nosotros mismos.
Una vez cuestionado todos los aspectos de lo sucedido, no rendirnos hasta alcanzar la tranquilidad y la serenidad.



El Perdón Activo consta de:
Análisis de la situación y los acontecimientos, planteándonos algunas preguntas:
¿De qué manera soy corresponsable de lo sucedido?
¿Cómo he podido contribuir a generar la situación en la que se ha producido la traición?
Aceptar mis sentimientos de rabia, ira, impotencia, …
Autoprotegerme, para no ser de nuevo víctima de un nuevo ataque.

Expresión explícita del perdón con ritos o diferentes maneras de expresar el mal causado, por medio de cartas, económicamente, disculpas públicas, donaciones, …

Pasos del agresor 
Reconocer que lo que hizo, causó daño u ofendió.
Sentir de verdad el daño que ha hecho, empatizar.
Análisis de la conducta.
Hay montones de razones por las que alguien decide hacer algo que causa daño, ninguna será aceptable para la víctima.
En consecuencia, no se trata de encontrar excusas a sus actos, sino de
definir un plan de acción concreto para que no vuelva a ocurrir y compartirlo con la "víctima". 
No se trata solamente de buenas intenciones, hay que establecer acciones, y han de ser concretas, en los tiempos y con los recursos necesarios llevarlas a cabo.
En resumen, es preciso comprometerse con llevar el plan adelante.
Los pasos anteriores han de ser compartidos por la víctima y han de comunicárselo para que la petición de perdón sea explícita y llegue, demostrando que no son palabras vanas, sino que están articuladas en un plan y en un compromiso de lucha por la relación.
Realizar un acto "simbólico" en el que se pida perdón a la "víctima" es importante para que el perdón quede muy claro.
Restituir el daño causado.
No sería de recibo pedir perdón y quedarse con las ventajas que se han obtenido de la ofensa.

Traición, también es violar mis propios derechos, de amor, de felicidad, de serenidad, de seguridad, …

Frase:
Si me traicionan una vez, la culpa es de la otra persona, pero si me traicionan dos veces, es mi culpa.
No hay traición si no hay confianza
No te puede traicionar las personas de las que no se espera nada.
Toda confianza contiene vulnerabilidad y riesgo.
La confianza se construye y se reconstruye con hechos, no solo con palabras.
Hay siempre una lección de vida en cada traición. Edmond Mbiaka.


Texto de: Mª Asun Contreras


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