He estado muy lejos de parecer optimista y confiada, adaptable a cualquier entorno o situación, si eso es sabré estar y comportarse sí sino no.
Dependiendo de la situación, aunque a mí me gustaba la tierra, los gusanos, subir a los arboles, cazar grillos, curar vencejos, poner a los jilgueros patas arriba en una carretilla y pasearlos,…..No recuerdo ser constante.
No me he vivido como una niña ocupada y activa, los logros no era mi prioridad. No tenía ninguna habilidad para inspirar, preparar, y convencer.No tenía ningún tipo de metas y menos elevadas. Sí que me hubiese gustado que los que me rodeaban se sintieran orgullosas de mí.
No veía ninguna oportunidad, tampoco creo que las buscaba. Al sentirme desvalorizada interiorizaba ya el fracaso como algo muy mío. No tenía habilidades para trasformar los fracasos en oportunidades. No tenía pensamientos claros ni competentes para la organización, de más mayor si que era muy competente para la organización.
Quería gustar, causar buena impresión y que me consideraran especial.Nunca he sido líder y mucho menos popular y conocida.
Nada motivada por hacer cosas ni buscar resultados. Nunca salían las cosas como pensaba, me guardaba mi irritabilidad, con resultados nefastos ya que cuando el vaso estaba lleno estallaba.No he destacado y mucho menos verbalmente. Nunca me promocionaba, ni me presentaba, era tremendamente tímida.
Nunca he decidido con rapidez y mucho menos con confianza.Texto original de: Mª Asun Contreras
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